viernes, 28 de noviembre de 2014

REPASO EXAMEN: MORFOLOGÍA EN TEXTOS

Se acerca el examen y alguno de vosotros me ha pedido práctica de morfología para preparar el examen. En realidad, es tan sencillo como coger cualquier texto e intentar identificar cada clase de palabra que os encontréis una a una. Pero para que no se diga que no atiendo a vuestras peticiones,  ahí van unos textos con algunas palabras subrayadas para que comprobéis cómo anda vuestra morfología. Recordad que es fundamental que repaséis la morfología antes de poneros a hacer ejercicios para que no repitáis errores de base.
En una próxima entrada que publicaré el domingo por la noche os pondré las soluciones para que podáis corregirlas (¡Estáis llenos de necesidades!). Espero que os sirva

Identifica las clases de palabras que aparecen subrayadas en estos tres textos:

TEXTO 1.

      Antesdeayer estuvo lloviendo durante toda la mañana, tan gris y fría como la tripa de un sapo.     Cuando comenzaba a aclarar, mi amigo Alberto y yo decidimos ponernos a coger caracoles.   Estuvimos andando por espacio de dos horas, y en ese tiempo no dejamos un solo minuto de llenar   bolsas con los repugnantes bichos cornudos. Luego, nos sentamos en un banco de piedra muy 5 acogedor. "¿Qué te ha parecido la caza?", me preguntó Alberto. Yo no estaba muy seguro de lo que debía responder y le dije una gran barbaridad.

      Mi amigo, molesto y sumamente desconcertado, se levantó del banco, me miró con una cara más avinagrada que la de un tiburón sidoso y volvió la espalda. Oí que decía para : "A veces me gustaría que a este anormal soberbio le diera un síncope y palmara y lo enterraran en una pocilga apestosa". Yo me arrepentí enseguida de lo que había hecho, acaricié suavemente su pelo, rubio y rizado, y me puse a hacerle la pelota: "¡qué energía, qué carácter!; eso ha sido una broma afectuosa, Alber; nadie se mosquea por algo tan tonto, perdóname". Y como sabía su situación, le dije con un tono cariñoso: "se ve a cien kilómetros que estás más enamorado que los caracoles de las bolsas, pero tienes que tomarte las cosas con más calma. O te controlas, o te da un ataque".


TEXTO 2.

      Al amanecer, Pepe y Alicia huyeron de sus casas. Dejaron detrás de sí pocas cosas, como quien espera comenzar todo de nuevo. No se arrepentían de su decisión, nadie podía detenerlos, eran libres. "Esto es vida", se decían, y en aquellos instantes de gozo hubieran afirmado sin la menor duda que un nuevo futuro iba a comenzar para ellos.
      Mientras caminaban ilusionados por los oscuros caminos del pueblo no dejaban de mirarse. Se bebían el mundo a través de sus ojos, y no cesaban de reír.
      Después de tres horas, empezaron a sentir cansancio y se pararon junto a una fuente. Pepe sacó su petaca, lió un cigarrillo y se lo ofreció a Alicia, al tiempo que preguntaba: "¿se está bien aquí, verdad?" Ella aceptó complacida y sacó de su mochila una manzana que entregó a su amigo.
      - Todavía nos falta mucho; guárdala‑, respondió él.
      - ¿Qué temes, Pepe?; me parece que estás exagerando. Te inquietas por todo. Y, además, todavía quedan cuatro en la mochila.

TEXTO 3


            Cuando llegó Luisa, el sol empezaba a ponerse. Los niños seguían jugando en la playa y los vecinos se habían marchado. A lo lejos se oye el carillón de san José dando las seis. La música de la feria -una charanga inaguantable- había dejado de oírse. En aquellos momentos, Carmen está disponiendo lo necesario para cenar. Mi apetito es escaso, pero he de comer algo para no disgustar a Luisa. Después de la cena iré a pasear por la playa. Sonó el teléfono. Carlos me llamaba para recordarme que teníamos que vernos al día siguiente. ¡El bueno de Carlos! Yo no qué hacer ante sus atenciones. Mañana volveremos a vernos y seguiremos tratando de las cuestiones eternas. No he de olvidar, por tanto, que mañana he de ir al pueblo.